Su morfología es especial y muy característica. Es un fruto de forma irregular con profundos surcos que terminan en el centro, de forma ovalada y achatado por los extremos. Estos surcos lo hacen muy reconocible y dan fe de su calidad. Su color es de un verde intenso con pinceladas que se aproximan al negro en su parte superior.

En su interior se encuentra la pulpa con una coloración rosácea, de textura compacta muy firme y jugosa, carnoso y con semillas  pequeñas. Es consistente y, por lo general, tiene un delicioso sabor dulce (9 grados brix) debido al equilibrio entre los en azucares y la acidez de tipo cítrica y málica. La maduración se produce de dentro a fuera.

La tomatera raf es una planta vigorosa pero las producciones actuales intentan rebajar este vigor original lo que ha hecho que se englobe dentro de los portes semideterminados y de vigor medio. Su envergadura natural puede alcanzar los 4 m mientras que en producción rara vez se le deja pasar del metro y medio.